La Basílica de San Juan es una antigua basílica ubicada en Selcuk, Turquía, cerca de la antigua ciudad de Éfeso. Fue construida en el siglo VI d.C. por el emperador Justiniano I en el lugar donde se cree que fue enterrado San Juan Apóstol. La basílica fue un importante lugar de peregrinación en la época bizantina y fue una de las iglesias más grandes de la región.

La basílica fue construida en forma de cruz y tenía una cúpula en el centro. Estaba decorada con intrincados mosaicos y frescos, muchos de los cuales todavía se pueden ver hoy en día. La iglesia fue destruida por terremotos en el siglo VII y posteriormente fue abandonada.

Las ruinas de la basílica fueron redescubiertas a finales del siglo XIX y desde entonces han sido parcialmente restauradas. Hoy en día, los visitantes pueden explorar las ruinas de la basílica y ver los restos de la estructura original, incluyendo las columnas, arcos y elementos decorativos. El sitio también ofrece vistas impresionantes del paisaje circundante, incluyendo la cercana ciudad de Selcuk y la antigua ciudad de Éfeso.